El escritor Pablo Montoya pone distancia con el gobierno colombiano

Varios artistas e intelectuales de Colombia se han puesto de los dos lados del conflicto que vive el país. Algunos consideran que el apoyo al gobierno debe ser irrestricto y con todas las herramientas que la constitución y la ley les concede. En el otro lado están los que creen que la hegemonía de la fuerza no se puede exceder y sobrepasar los Derechos Humanos de los ciudadanos.
Desde las dos orillas coinciden en pedir que la tranquilidad sea la reinante entre todos los que habitamos este territorio de 1.141.748 kilómetros cuadrados. La redes sociales se han convertido en un escenario que ofrece oportunidades de opinión pero también de improperios.
Pablo Montoya es uno de los escritores, quien desde su conocimiento y experiencia, nos ha llevado por mundos imaginarios y reales para contarnos acontecimientos como la Operación Orión, ocurrida a comienzos del milenio en Medellín.
Mediante su red social Facebook emitió un carta en la que fija su posición hacia el Gobierno Nacional de Colombia:
Este es el comunicado del escritor Pablo Montoya:
Apreciados lectores:
Desde el 2015, a raíz del premio internacional Rómulo Gallegos que recibí por mi novela Tríptico de la infamia, empecé a recibir invitaciones de la cancillería colombiana y de las diferentes embajadas que este país tiene en el mundo. Las acepté porque permitieron que hablara sobre mi obra en diferentes universidades, centros culturales y ferias del libro. Lo hice porque así actuaba como un representante de la actual literatura colombiana. Y también porque había votado por los acuerdos de paz y me parecía digno expresar, en total libertad, esta actitud de pacifista convencido.
Desde el 2018 seguí participando en estas invitaciones, aunque sabía que algo había cambiado en el gobierno colombiano con el que no me sentía identificado. La pandemia frenó de golpe estos viajes y las actividades virtuales se redujeron ostensiblemente. Pero cuando explotó la crisis social, el pasado 28 de abril, provocada por la reforma tributaria, el manejo deplorable de la pandemia y la inadmisible desigualdad social que reina en Colombia, y siguieron los eventos sangrientos en los que el actual gobierno ha reprimido las justas protestas, decidí interrumpir todas mis actividades con la cancillería y las embajadas. Cancelé conferencias sobre mis libros y sobre literatura colombiana en Managua, Copenhague y El Cairo. Incluso, he rechazado la posibilidad de presentar con la embajada de Colombia en Egipto mi novela Lejos de Roma que ha sido traducida al árabe y publicada por el Centro Nacional para la Traducción de este país.
Esta es mi forma, entre otras, de protestar ante la situación actual, y de solidarizarme con el actual descontento popular colombiano. Me niego rotundamente, como escritor, profesor universitario, intelectual y ciudadano, a apoyar las actividades culturales que este gobierno, brutal e injusto, organiza en el exterior.
Reciban un cordial saludo,
Pablo Montoya
El Retiro, mayo de 2021