Se celebra los cincuentas años de Rayuela con una edición especial
La aparición de Rayuela en 1963, hace cincuenta años, conmocionó el panorama cultural de su tiempo y supuso una verdadera revolución en la narrativa en lengua castellana.
Por primera vez un escritor llevaba hasta las últimas consecuencias la voluntad de transgredir el orden tradicional de una historia y el lenguaje para contarla. Es quizás el libro donde Cortázar está entero, con toda su complejidad ética y estética, con su imaginación y su humor.
Cortázar empieza por proponer un acercamiento activo al libro y ofrece varias posibilidades de lectura: el lector ha de decidir: ¿optar por el orden de lectura tradicional? ¿Seguir el tablero de dirección? ¿Remitirse al azar? Después lo lleva a dos lugares distintos. «Del lado de allá», París, la relación de Oliveira y la Maga, el club de la serpiente, el primer descenso de Horacio a los infiernos; y «Del lado de acá», Buenos Aires, el encuentro de Tráveler y Talita, el circo, el manicomio, el segundo descenso. Un mosaico donde toda una época se vio maravillosamente reflejada.
«Contranovela», «crónica de una locura», «el agujero negro de un enorme embudo», «un feroz sacudón por las solapas», «un grito de alerta», «una especie de bomba atómica», «una llamada al desorden necesario», «una gigantesca humorada», «un balbuceo»… Con estas y otras expresiones se aludió a Rayuela, sacudiendo la vida de miles de jóvenes en todo el mundo.
Plena de ambición literaria y vital, renovadora de las herramientas narrativas, destructora de lo establecido y buscadora de la raíz de la poesía, durante todas estas décadas Rayuela siguió siendo leída con curiosidad, asombro, interés o devoción. Llega a los lectores hoy, en su aniversario número 50, acompañada de un apéndice donde Cortázar mismo cuenta la historia del libro que buscó el más allá de todas las fronteras.
Julio Cortázar (Bruselas, 26 de agosto de 1914-París, 12 de febrero de 1984), es uno de los escritores argentinos más importantes de todos los tiempos. Realizó estudios de Letras y de Magisterio y trabajó como docente en varias ciudades del interior de la Argentina.
En 1951 fijó su residencia definitiva en París, desde donde desarrolló una obra literaria única dentro de la lengua castellana. Algunos de sus cuentos se encuentran entre los más perfectos del género. Su novela Rayuela conmocionó el panorama cultural de su tiempo y marcó un hito insoslayable dentro de la narrativa contemporánea. Murió en París en 1984.